De cuerpo presente [fragmento] —Francisco J. Varela; Evan Thompson; Eleanor Rosch

En nuestra cultura hay un profundo descubrimiento de la falta de fundamento: en las ciencias, las humanidades, la sociedad y en las certidumbres de la vida cotidiana. Casi todos ven esto como algo negativo, desde los profetas de nuestros tiempos hasta la gente común y corriente que procura hallar sentido en la vida. Tomar la falta de fundamento como negativa, como una pérdida, conduce a una sensación de alienación, desesperación, desánimo y nihilismo. La cura que se suele proponer en nuestra cultura es el hallazgo de un nuevo fundamento (o un retorno a viejos fundamentos). La tradición del mindfulness [presencia plena] / awareness [conciencia abierta] señala el camino hacia una resolución muy diferente. El budismo nos muestra que cuando la falta de fundamento se abraza y se sigue hasta sus últimas consecuencias, el resultado es una sensación incondicional de bondad intrínseca que se manifiesta en el mundo como compasión espontánea. Creemos, pues, que la solución para esta sensación de alienación nihilista de nuestra cultura no consiste en hallar un nuevo fundamento, sino en hallar un medio disciplinado y genuino para afrontar la falta de fundamento […] hasta el punto en que ya no necesitemos ni deseemos cimientos, y así podamos realizar la tarea de construir y habitar mundos sin fundamento.