Romperse está permitido —Elísabet Benavent

A veces las personas nos rompemos. Y no pasa nada. Está bien. La debilidad está permitida, que no te engañen. Porque a veces nos rompemos y ya está.

Te levantas y, al abrir los ojos, sin saber por qué, antes incluso de que el mundo te toque la piel, lo sabes: va a ser un día de mierda. Porque arrastras dolores, porque no siempre te piensas bonito, porque todo te parece una mierda, y ya está. Cualquier excusa es buena. Pones los pies en el suelo sin necesidad de mirar si es el derecho o el izquierdo porque, total, ya lo has decidido: va a ser un mal día.

Así que te rompes y te quitas la piel que te sirve de coraza, la que te duele, la que no vale para nada y, al volver a montarte, ya no eres la misma persona.