Escrito por humano, no por IA
Con el auge de las nuevas tecnologías referidas a la mal llamada inteligencia artificial, se ha normalizado un sin fin de tareas que se completan con la ayuda de aplicaciones, programas e incluso toda una suite entera de desarrollo.
Pero lo más grave, a mi parecer es que en lugar de utilizar estas herramientas como palancas de apoyos, nos servimos de ellas como muletas, convirtiéndonos en inútiles bien sea literarios, matemáticos o incluso de razonamiento.
Crear páginas web, reescribir textos, generar imágenes, compilar código y así una infinidad de tareas que dejan de lado cientos de horas de estudio y preparación de una gran cantidad de profesionales.
No queda más remedio que aprender a domar a este corcel indomable que tanto asusta a grandes inversores. Se ha escapado el genio de la lampara y no hay quien lo controle. De allí que el fundador de las ventanas libre una batalla encarnizada por echarle el guante.
Este siglo 21 no es de coches voladores ni de teletransportadores, se trata de crear innovación en base a unas herramientas que nosotros mismos nutrimos de información e incluso cedemos nuestros datos e información con total complacencia. Estamos en el siglo de la entrega total de nuestros pensamientos e imágenes en aras de conseguir un like o permanecer fiel a tus seguidores. Más estudio y disfrutar creando por nuestros medios y dejar de lado la entrega de nuestra soberanía digital.