Pensamiento crítico
“Vivir es expresarse” Laín Entralgo
Un clic más, una consulta de voz o el repaso a los titulares del día ya son suficientes para considerar que nos mantenemos informados.
Nada puede ser más efímero que lo anterior expuesto. A pesar de la avalancha de información que nos inunda y consume, hoy día estamos más que nunca distraídos y desinformados.
No perseguimos la verdad, corremos tras la emoción que genera el encabezado de un titular sesgado y manipulado, ya no solo por intereses partidistas sino además por algoritmos que dictan que ver, oír y leer.
Dejar a un lado nuestros sesgos y escuchar a las otras partes que no comulgan con nuestros pensamientos, es simplemente un acto de fe. Divagar en busca de respuestas que satisfagan nuestras inquietudes se ha convertido en norma. Preferimos ahondar en lo que la mayoría coincide, por miedo a fallar en el que dirán de nosotros.
Pero este modelo de información y/o comunicación perdura poco. Tarde o temprano afloran como setas voces que disentirán y expresarán a todo pulmón que estamos cansados de vivir en esta rueda de sumisión e ignorancia.
“El ignorante afirma, mientras que el sabio duda y reflexiona” Aristóteles
Desde el balcón del estamento gubernamental, no solo en Europa sino también en muchas regiones, se clama a los cuatro vientos que el discurso oficial es el verdadero; el que debe calar y las masas aceptarlo. Disentir se ha vuelto una osadía, se te tilda de un color o una ideología en concreto si manifiestas abiertamente una opinión, por ello estos atenuantes inciden en las mentes de muchos, condicionando sus respuestas e incluso mucho peor. sus verdaderas opiniones.
Lograr exponer nuestras ideas de forma abierta y sin seguimiento ni rastreos, libres de traqueo y formando comunidades que nos retroalimenten es una solución ante tanta maraña de información que nos confunde, sega y censura.
Si logra transmitir sus ideas o conocimientos a través de foros, chats y mensajería (que incluso no comulguen con usted) logrará aportar un grano más a esas comunidades ávidas de compartir información e ideas que promuevan mejoras. Adelante, escriba, disienta y defienda sus ideas con todo el respeto que ello conlleva; pero, hágalo no sucumba a acabar enterrado en avalancha de “medios” que juegan a sus propios propósitos.