Haciendo journaling accidentalmente
A principios de año me compré unos cuantos cuadernos: algunos eran para dibujar y el resto para escribir.
Tanto para unos como para los otros tengo mis preferencias, para dibujar ya he encontrado más o menos los adecuados después de haber probado unos cuantos de distintas marcas.
Respecto a la escritura aun no tengo unos favoritos en cuanto a marca se refiere, no obstante, si que he encontrado un tipo de cuaderno que me gusta: tamaño A5 y hojas a rayas, si además son asequibles y tienen una cubierta bonita mucho mejor.
En estos cuadernos suelo escribir ideas sueltas, listas de retos, pero también lo uso a modo de diario, relato cosas que he visto (en mi escueto estilo), poemas, borradores para el blog y lo que se me ocurra. Realmente no existe un orden, tampoco son las libretas más estéticas por dentro porque soy desastre con esto de las stickers, whasitapes,...y hago lo que puedo.
A fin de cuentas lo uso para escribir sobre varias cosas.
Si tuviera que organizarlo no haría nada y si escribir con bolígrafo o pluma tampoco, ya que haría bastantes tachones.
Algo que me ha ayudado a escribir entradas de diario es identificar las emociones, quizá aun no sea una experta, pero al menos sé decir como me siento en determinadas situaciones. Esto se lo debo a mis sesiones de terapia y las herramientas que me proporcionaba mi psicóloga para ayudarme.
Antes había probado el método bullet journal. Sin embargo, no tardé en descubrir que este no es para mí, pues requiere demasiada estructura.
Además, tampoco soy amiga de las tablas que se suelen usar. Aunque si que apunto a veces lecturas, películas y series que me han gustado en mi diario. Las agendas solo me sirven para anotar citas y cosas así.
Para estas cosas no me gustar usar aplicaciones digitales, luego las olvido ya que es algo que está en el móvil y/o el ordenador y no es realmente tangible. Por otro lado, parece que existe una mayor conexión cuando se hacen manuscritas (de paso le doy uso a todas esos cuadernos bonitos que me gusta comprar).
A fin de cuentas, lo que se escribe en papel perdura más tiempo que cualquier formato digital.
EFM
Gracias por leer